Si vas a empezar a meditar es mejor que empiezes a hacerlo con personas que sepan y lleven un tiempo meditando. No es aconsejable que lo hagas por tu cuenta.
La Kundalini es una energía que tenemos todos.
Primero debes despertar a tu espíritu, se hace con la meditación Jhong So, los ejercicios para activar la glándula Pineal facilitan la apertura del ojo espiritual.
La kundalini es atraida por el ojo espiritual cuando este está despierto.
Es importante tener un guía o un gurú que te acompañe en tu crecimiento interior, para que este sea placentero y estés protegido de entes o pensamientos nocivos.
Es una meditación complicada y no sale a la primera, para hacer el Yo Soy debes saber qué sólido Platónico eres.
En posición de meditación, te concentras en tu glándula Pineal, le preguntas a tu alma para que te enseñe qué sólido Platónico eres, verás un sólido custodiado por un ente (Kundalini), que da vueltas a su alrededor, debes esperar a que se distraiga, en el momento oportuno cuando está distraído y ves bien el sólido dices, ¡Yo Soy! Después de esto, verás que lo astral ha cambiado, ya que si antes veías tu alma que se asomaba a tu de vez en cuando, lo que has conseguido es fijar tu alma, ahora sabe que eres tú, ahora solo verás un ojo, que es tu alma, has conseguido fijar a tu cuerpo astral al cuerpo.
El cuerpo causal es el último paso antes de llegar a la unidad. Se consigue con el corazón, no teniendo EGO, disolviendo el ego y uniendote al espíritu, cuando fijas el cuerpo causal ves como un ojo de color azul, para profundizar en él se consigue con la meditación profunda, es aconsejable usar el Jhong So y la devoción. La imagen es como la que ves a la derecha.
Cuando consigues fijar el cuerpo causal o Yo Superior, entras en el estado crístico, pero no creas que con eso has llegado a la meta, porque no es así, para llegar a la meta tienes que ser uno con Dios, para eso tienes que liberarte de todos los deseos materiales, astrales y causales.
Es muy útil pedir la ayuda de los maestros ascendidos que ya son uno con Dios y seguir los consejos de tu guía o gurú.